El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido elevar los tipos de interés de nuevo en 75 puntos básicos, de forma que el tipo de interés para sus operaciones de refinanciación se situará en el 2%, mientras que la tasa de depósito alcanzará el 1,50% y la de facilidad de préstamo, el 2,25%.
De esta forma, según ha informado Europa Press, el precio del dinero se ha situado en su nivel más elevado desde enero de 2009, cuando el BCE inició una senda de estímulos a nivel monetario que se interrumpió brevemente en 2011, cuando decidieron volver a subir el precio del dinero durante unos meses.
El Consejo de Gobierno del BCE ha subrayado que con esta tercera subida consecutiva de los tipos ha logrado «un avance considerable en la reversión de la orientación acomodaticia de la política monetaria». Pese a ello, la autoridad monetaria todavía prevé seguir subiendo los tipos para devolver la inflación al objetivo del 2%.
El instituto emisor ha mantenido su opinión de que la inflación «sigue siendo excesivamente elevada». Además, ha justificado que su política monetaria de subir tipos «está orientada a reducir el apoyo a la demanda y proporcionar protección frente al riesgo de un desplazamiento persistente al alza de las expectativas de inflación».
En el ámbito inmobiliario, esta subida de tipos afecta directamente a los préstamos hipotecarios, la mayoría de los cuales en España se referencian al euríbor. Comprar una vivienda con hipoteca resultará cada vez más caro, sobre todo si tenemos en cuenta que los expertos predicen que los tipos seguirán subiendo como mínimo hasta mediados del año 2023. Quienes tengan o piensen en poner una vivienda a la venta, por tanto, se arriesgan a que la demanda no pueda asumir el alza de los costes hipotecarios, salvo que la contrarresten con una bajada del precio.